Hoy nuestros peques de tres años, han disfrutado en clase de un pedacito del bosque: teníamos hojas, nueces, bellotas, castañas con los erizos, palitos...
Como todos los días, empezamos las mañana jugando con las letras de nuestros nombres, con los colores, las texturas y los tamaños.
Después queríamos percibir el otoño por todos nuestros sentidos: vimos, tocamos, olimos y probamos frutos como la granada.
¿Pensáis que solamente hicimos eso, que ya es mucho?
No, no, además como ya somos muy grandes, hicimos trasvases en los que necesitábamos tener equilibrio, coger los útiles adecuados, meter y sacar, amontonar, ordenar, hacer correspondencias uno a uno y un montón de actividades más.
Contamos, tocamos para comprobar si era suave o rugoso, duro o blando... y aprendimos a clasificar todo lo que el otoño nos dejo en nuestro aula.
Y lo mejor de todo...
¡DISFRUTAMOS, COLABORAMOS, COMPARTIMOS Y NOS REÍMOS TODOS JUNTOS!
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